Aún hoy podemos ver tantos milagros delante de nuestros ojos, a veces parecen imperceptibles por todo lo que atiborra nuestros pensamientos, pero solo hace falta voltear la mirada hacia aquello en apariencia insignificante, y ver lo maravillosa que se levanta la vida, independiente a mi, pero dependiente del poder de Aquel en el cual la vida fluye y subsiste.